¿Realmente sabemos cuánto puede afectarnos el calor? Los autores del artículo titulado Rápido aumento del riesgo de mortalidad relacionada con el calor buscaron utilizar métodos innovadores para responder esta pregunta y cuantificar no solo la magnitud del posible exceso de mortalidad futuro vinculado con el aumento de temperaturas, sino también su frecuencia, generando un insumo para que los tomadores de decisiones puedan tomar acción de forma oportuna.
La metodología probabilística del estudio combinó técnicas de la epidemiología del cambio climático y la ciencia climática avanzada, utilizando datos de modelos climáticos (SMILEs) de varias fuentes para evaluar los impactos del aumento de temperatura en diferentes regiones, modelando la relación entre temperatura media diaria y mortalidad en cada ubicación estudiada expresándola como un riesgo relativo. Con este fin, se analizaron 748 ubicaciones de 47 países y se utilizaron datos de mortalidad para 134 millones de muertes. Con estos datos se obtuvo información detallada y precisa que permite proyectar y cuantificar la mortalidad relacionada con el calor en los próximos años.
De acuerdo con el artículo, los eventos extremos de mortalidad relacionados con el calor que, hasta el año 2000 ocurrían una vez cada cien años, ahora se proyecta que sucederán cada dos a cinco años en la mayoría de las ubicaciones estudiadas debido al calentamiento global. Cabe destacar que se prevé que la frecuencia de los eventos extremos de mortalidad vinculados al aumento de la temperatura se aumente aún más con el pasar de los años.
Los hallazgos del artículo resaltan la necesidad de adaptación frente a la creciente amenaza de la mortalidad relacionada con el aumento de temperaturas y las olas de calor en las estrategias de salud pública. En esa línea, la planificación de los recursos de atención médica y las estrategias específicas que aborden las disparidades geográficas en la prestación de atención médica adecuada pueden ser acciones que apaciguen los efectos mortales de las olas de calor.
Lee el artículo completo (en inglés) aquí: https://rdcu.be/dzk81