¿Somos conscientes del impacto que tiene la calidad del aire en nuestra salud y economía?
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En un artículo en el que participó InnovaLab - Laboratorio de Innovación en Salud, titulado "Beneficios para la Salud y la Economía de Cumplir con las Directrices de Calidad del Aire de la Organización Mundial de la Salud sobre Material Particulado en Nueve Principales Ciudades de América Latina" se buscó responder esta pregunta utilizando métodos innovadores para cuantificar los beneficios potenciales de reducir los niveles de material particulado en el aire.
La metodología del estudio combinó técnicas avanzadas de epidemiología ambiental y análisis económico, utilizando datos de nueve grandes ciudades de América Latina: Ciudad de México, Ciudad de Guatemala, Bogotá, Quito, Lima, Sao Paulo, Santiago, Buenos Aires y Montevideo. Los datos que se recopilaron fueron de calidad del aire, exceso de mortalidad y pérdidas económicas y se recopilaron durante el período 2009-2018 para evaluar el impacto de cumplir con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estas directrices indican los niveles máximos permitidos para partículas en el aire con tamaños de 10 micrómetros (PM10) y 2.5 micrómetros (PM2.5). Para las partículas PM10, el límite establecido por la OMS es de 15 microgramos por metro cúbico de aire (μg/m³), y para las partículas PM2.5, el límite es de 5 μg/m³. La principal diferencia entre PM10 y PM2.5 radica en su tamaño y sus fuentes: las PM10 incluyen partículas más grandes como polvo de construcción, polen y cenizas, mientras que las PM2.5 son partículas más finas, derivadas principalmente de la combustión de combustibles fósiles y otras actividades industriales. Estas partículas, al ser más pequeñas, pueden penetrar más profundamente en los pulmones, lo que las hace especialmente peligrosas para la salud humana, ya que pueden causar una variedad de problemas de salud, en particular respiratorios y cardiovasculares.
Figura 1. Porcentaje de días en los que se excedió el umbral de calidad de aire recomendado por la OMS. (*) No se obtuvieron datos de esta unidad.
Como se puede observar en la Figura 1, todos los países estudiados excedieron los valores recomendados por la OMS en la gran mayoría de días analizados, siendo Montevideo la única ciudad con valores más bajos con 91.40% de días con el valor de PM₁₀ excedido y 67.10% en el caso de PM₂.₅. Por el contrario, Lima, Ciudad de México y Bogotá excedieron los valores límites de alguna de las dos unidades el total de los días analizados.
Se emplearon modelos estadísticos para estimar la relación entre la exposición al material particulado y la mortalidad por todas las causas, y se utilizaron técnicas de análisis económico para calcular los beneficios económicos de las mejoras en la calidad del aire.
El estudio reveló que reducir los niveles de PM10 y PM2.5 a los límites recomendados por la OMS podría prevenir una cantidad significativa de muertes prematuras y enfermedades crónicas que ocurren en estas ciudades. Se observó una mortalidad excesiva de 1.88% para PM10 y 1.05% para PM2.5 en comparación con los valores límite de la OMS.
Figura 2. Mortalidad Excesiva Asociada con Niveles de Material Particulado por Encima de los Límites de Calidad del Aire de la OMS en América Latina (2009-2018)
Específicamente, se encontró que:
Reducción en Mortalidad: Se podría evitar una cantidad considerable de muertes prematuras anuales relacionadas con la exposición al material particulado con valores de de 1.88% para PM10 y 1.05% para PM2.5 en comparación con los valores límite de la OMS.
Beneficios Económicos: Además de los beneficios para la salud, la reducción de los niveles de material particulado traería consigo importantes beneficios económicos reduciendo los gastos actuales asociados con la contaminación del aire que oscilan entre US$ 19.5 millones y US$ 3,386.9 millones para PM10, mientras que para PM2.5, los costos oscilan entre US$ 196.3 millones y US$ 2,209.6 millones. Adicionalmente, se reducirían los costos en atención médica yaumentaría la productividad laboral.
Los hallazgos del estudio demuestran que la reducción en los niveles de material particulado mejora la calidad de vida de la población al reducir las hospitalizaciones y la incidencia de enfermedades respiratorias crónicas. El cumplimiento con las directrices de calidad del aire de la OMS no solo es esencial para proteger la salud de la población, sino que también tiene el potencial de generar significativos beneficios económicos. Es imperativo que tanto individuos, comunidades y autoridades trabajen juntos para lograr estos objetivos.
Lee el artículo completo (en inglés) aquí:
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